Nuestras creaciones
Nuestra historia
En 1780, John Jameson estableció la forma de fabricar whiskey irlandés y hemos empleado esa técnica con orgullo desde entonces.
Como puedes imaginar, la producción de un whiskey irlandés mezclado que se ha disfrutado durante más de dos siglos implica mucho trabajo. Pero no te preocupes, ya que hemos destilado más de 200 años de valentía, artesanía y una apreciación colectiva de su sabor en un único producto. Aquí está el secreto que se esconde tras nuestra suavidad característica: nuestro proceso y nuestra gente.
Las cosas buenas vienen de tres en tres
Olvida el número de la suerte, el siete, nuestra suavidad proviene de nuestro proceso característico de triple destilación. Es el método con el que nuestro fundador John Jameson creó su nombre y el legado que nuestro maestro destilador Kevin O’Gorman mantiene hasta el día de hoy.
Es posible que las mentes inquietas estén leyendo esto y se pregunten si la cuádruple destilación sería aún mejor. Bueno, hicimos experimentos con ello en nuestros comienzos y mejor no hablar del tema. No, tres es nuestro número mágico y lo seguimos a rajatabla.
Cultivado localmente
Jameson Irish Whiskey se fabrica mezclando whiskey de alambique intenso y sin maltear, con el whiskey de grano más fino, destilados tres veces para lograr una mayor suavidad.
Además, aunque toda nuestra cebada se cultiva de forma local en Irlanda, nuestras aguas proceden del río Dungourney, que fluye a través de nuestra destilería. Esto es algo más acertado, ya que la palabra whiskey procede del irlandés “uisce beatha”, que significa “agua de la vida”. Actualmente, aunque nuestra cebada procede de los campos y nuestras aguas de las afueras, el maíz es un cultivo que adora el sol.
El famoso clima de Irlanda es cualquier cosa menos tropical. Por ello dependemos de una empresa agrícola del sur de Francia que nos proporciona todo nuestro maíz sin modificar genéticamente.
Envejecido en roble
Aunque Jameson es irlandés de los pies a la cabeza, nuestro maestro tonelero Ger Buckley recurre a nuestros amigos de los Estados Unidos y España a la hora de obtener las barricas.
Tras el envejecimiento de bourbon y vino fortificado, las barricas quedan aderezadas y listas para transmitir su personalidad de madera tostada, vainilla y jerez dulce a nuestro whiskey.
Entonces, ¿qué hace que un whiskey irlandés se denomine whiskey irlandés?
El tiempo en barrica
Entonces, ¿qué hace que un whiskey irlandés se denomine whiskey irlandés?
Hay una ley muy estricta que estipula que un espirituoso debe pasar un mínimo de tres años de maduración en la isla de Irlanda, para tener la suficiente fortuna para poder denominarse irlandesa.
Aunque la duración que permitimos no es el mismo para cada barrica, cada año se pierde un 2 % de nuestro whiskey debido a la evaporación. Esto es lo que se denomina “Angel´s Share” (La parte de los ángeles) y después de más de 230 años, hemos concluido que es su ronda.
Desde el grano hasta el vaso
En Jameson, nos enorgullece utilizar una sola destilería, lo que significa que tenemos un control total sobre el proceso de producción, desde el grano al vaso.
Cuando llega la hora de mezclar, el maestro mezclador Billy Leighton solo utiliza whiskeys cultivados en los terrenos de nuestra destilería. Como resultado, podemos producir una amplia gama de diferentes whiskeys sin tener que servirnos de ninguna otra destilería. Muchas marcas afamadas mezclan el whiskey a partir de varias destilerías, por lo que no estamos sugiriendo que nuestro método sea mejor; simplemente es la forma en que nos gusta hacerlo.
Nos encantaría enseñarte mucho más
Ya que hemos abierto lo suficientemente tu apetito, nos encantaría darte la bienvenida a la destilería de Jameson Bow St. o la destilería de Jameson Midleton para enseñarte mucho más. A continuación, ponemos a tu disposición las entradas e información adicional sobre todo lo que necesitas saber para planificar tu visita: Visítanos
